Seguridad de suministro energético. ¿Por qué es tan importante la protección de la energía?

21/2/2019

La importancia de la energía en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas y el uso de las tecnologías de la información requiere una adecuada protección frente a los problemas de tipo energético tales como cortes de suministro, subidas de tensión y otras alteraciones. Y es que por muy ínfimo que sea el tiempo del suceso puede tener consecuencias drásticas en términos de pérdida de información y pudiendo dejar equipos indisponibles durante horas. 

El suministro energético se define como la “capacidad de ofrecer a los consumidores finales un flujo de energía con un nivel determinado de continuidad y calidad”. 

¿Por qué es fundamental tener seguridad de suministro? 

Porque puede paralizar la actividad de los procesos de producción a la vez que provoca graves problemas graves para los equipos de TI.

Hemos de tener en cuenta varias cuestiones: 

  • Falta de previsión de ciertos riesgos técnicos (fenómenos atmosféricos, accidentes o fallos en infraestructuras).
  • El suministro de energía, como cualquier otro servicio, no es al cien por cien fiable. Fallará en un tanto por cierto que se traducirá en horas de cortes de servicio (indisponibilidad).
  • Los suministradores de energía se comprometen a entregar una tensión nominal con un margen de error en % y otros parámetros.
  • Los sistemas de almacenamiento, servidores y dispositivos de red actuales utilizan componentes miniaturizados con una baja tolerancia a los llamados microcortes así como la existencia de armónicos no deseados.
  • Los generadores tardan en arrancar, y hay un lapso de tiempo de segundos en los que nos quedamos sin energía. Pero una vez entran en funcionamiento hay que tener en cuenta que estos no proveen de protección contra los picos de energía y otras alteraciones eléctricas. 

A la hora de plantear soluciones para una mayor seguridad del suministro eléctrico es importante enfocar los esfuerzos hacia la diversificación energética y la mejora del grado de autoabastecimiento. Logrando así, en la medida de lo posible, el objetivo final, esto es: que la producción iguale al consumo.